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Informaciones generales
| Destino |
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| Florencia, Italia |
Detalles del programa
Viaja a través de un paisaje hipnotizante mientras recorres el corazón de la Toscana para llegar a la región de Liguria, nuestra primera parada del día. Liguria alberga Manarola, considerado el pueblo más antiguo de Cinque Terre. Paséate por sus callejones estrechos y déjate cautivar por sus coloridas plazas que personifican la belleza de la zona. Si te apetece, puedes optar por darte un capricho en cualquiera de las vinotecas del pueblo (por tu cuenta).
A continuación, reúnete con el coordinador del tour a la hora indicada y sube a bordo del barco con destino a Vernazza. Mientras te deslizas por las aguas del mar de Liguria, serás testigo de un paisaje único compuesto por la belleza de la costa escarpada que da paso a n impresionante telón de fondo de colinas.
Al llegar a Vernazza -probablemente el pueblo más bonito de los cinco que forman Cinque Terre-, serás bienvenido por su espectacular puerto natural. Vernazza presume de la belleza de su castillo del siglo XV y la pequeña capilla de Santa María, ubicada en su calle principal. Aprovecha el tiempo libre para explorar la ciudad por tu cuenta y descubrir la razón por la cual está en la lista de los cinco pueblos más encantadores de toda Italia. Quizás un almuerzo en cualquiera de los restaurantes con terraza exterior que bordean la costa sea una buena opción (por cuenta propia). Si eres más de visitar, te recomendamos recorrer todas los callejones secundarios que brindan vistas impresionantes a lo largo de la costa.
Tras tu visita a Vernazza, reúnete con tu guía para llegar al siguiente pueblo, Monterosso. Es el mayor de los cinco pueblos costeros conocidos como Cinque Terre. El pueblo se asienta sobre colinas plantadas de limoneros, vides y olivos. Sus increíbles playas, bellos acantilados y aguas cristalinas hacen de este pueblo uno de los más populares de la Riviera italiana. Monterosso está dividido en dos partes marcadas por la torre medieval de la Aurora. El centro histórico de Monterosso está dominado por las ruinas del castillo y se caracteriza por las típicas calles medievales, los carruggi, con casas adosadas multicolores, tiendas y restaurantes.