Informaciones generales
Detalles del programa
La fama de Delfos creció por la asombrosa precisión de la sibila, una sacerdotisa clarividente, y atrajo a viajeros de todos los rincones del mundo antiguo que buscaban su fortuna. Saliendo de Atenas, cruzaremos las fértiles llanuras de Beocia hasta las laderas del
monte Parnaso. Allí exploraremos las ruinas de Delfos durante 90 minutos y sentiremos el increíble poder que todavía ejerce todavía hoy este místico lugar. Después de unas dos horas de trayecto, haremos una breve parada (unos 20 minutos aproximadamente) a las afueras de
Lebadea, la ciudad mitológica.
Visitaremos las
ruinas del Santuario de Apolo Pitio y aprenderemos sobre la historia del triunfo de este dios valiente sobre el dragón que guardaba el ónfalos. Esta misteriosa ''piedra del ombligo del mundo'' señalaba el centro del mundo y otorgaba sus poderes a la sibila convirtiéndola en la portavoz de Apolo. Visita el
Tesoro de los Atenienses, construido en mármol para albergar las ricas ofrendas de los reyes agradecidos. Contempla el estadio donde se ganaban o se perdían los antiguos
Juegos Píticos, precursores de nuestros modernos Juegos Olímpicos, y accede al templo del mismo Apolo, donde ardía la llama eterna en la penumbra. A continuación, explora los museos de la zona, en los que podrás ver la piedra del ónfalos, así como obras maestras de la escultura de la antigua Grecia, como el auriga de bronce y el famoso atleta Agias. Sumérgete en el esplendor del
Museo Arqueológico de Delfos con una visita de aproximadamente una hora de duración.
Al llegar al moderno pueblo de Delfos, disfruta de un delicioso almuerzo local (90 minutos aproximadamente). Después, y de regreso al hotel, pasaremos por la
antigua ciudad de Tebas donde conocerás la historia del trágico rey Edipo, cuyo terrible destino fue predicho por el oráculo. Continuaremos a través de los espectaculares paisajes montañosos, pasando por la encantadora Arájova, enclavada pintorescamente al pie del monte Parnassos, famosa por sus alfombras tejidas a mano, coloridos textiles y moquetas, así como por la calidad de sus vinos y quesos. Disfruta de una breve parada de fotos a las afueras de Arájova antes de emprender el viaje de vuelta.