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Destino |
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Praga, República Checa |
Detalles del programa
Cesky Krumlov, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, es como un auténtico cuento de hadas que rebosa patrimonio arquitectónico, con más de 300 residencias históricas construidas alrededor de un maravilloso castillo palaciego en una ladera con vistas a un meandro con forma de herradura del río Moldava. Ofrece elementos góticos, renacentistas y barrocos y se divide en dos partes. El teatro barroco y las fachadas con frescos, en particular, son todo un espectáculo digno de ver. A los pies del castillo, la propia ciudad se ramifica en torno a la plaza central, ubicada en la orilla opuesta del río. Déjate cautivar por el cándido encanto y la rica historia de este lugar mientras callejeas por sus pasajes adoquinados y exploras los terrenos de su casco antiguo.
Reconocido por la Unesco por la calidad e integridad de sus edificios y parajes conservados a lo largo de los siglos, el valor histórico de Cesky Krumlov reside en que es un fiel reflejo de cómo se fueron desarrollando los pueblos y ciudades de Europa durante las épocas medieval y renacentista. Sin apenas llevar a cabo tareas de reconstrucción, este encantador lugar es una joya que ha permanecido intacta viendo impasible el paso del tiempo.
Deja atrás Cesky Krumlov y sigue tu recorrido por la Bohemia Meridional hasta llegar a Ceske Budejovice, una joya checa escondida que presume del esplendor de su centro histórico, declarado Monumento Nacional, donde la Edad Medía se da la mano con el Renacimiento y el Barroco. La ciudad también es conocida por ser el lugar de nacimiento de la conocida cerveza Budweiser, que la convirtió en uno de los lugares cerveceros más famosos del mundo.