Magnificent Istanbul - Full-Day Tour

Informaciones generales

Destino
Estambul, Turquía

Detalles del programa

La mezquita de Solimán, también conocida como Süleymaniye, es la mezquita imperial otomana más grande y aclamados de Estambul. Fue construida por Sinan, el arquitecto de la corte, bajo el mandato de Solimán el Magnífico. La mezquita corona la ciudad desde lo alto de una colina que domina el histórico Cuerno de Oro. En su jardín alberga la tumba del sultán Solimán el Magnífico y su esposa, mientras que fuera de los muros se encuentra la tumba de Sinan, el maestro de la arquitectura otomana.



El Museo de Arte Turco e Islámico se encuentra en el antiguo palacio de İbrahim Paşa, también conocido como Ibrahim el Magnífico, el gran visir de Solimán el Magnífico. El palacio sirvió de prisión, residencia de embajadores extranjeros, fábrica de textiles y cuartel antes de acabar siendo el museo que conocemos hoy en día. En su interior alberga tesoros como varios ejemplares del Corán y una colección de alfombras turcas clasificada como una de las mejores del mundo.



Al acabar, date un banquete en un restaurante local antes de seguir la aventura hacia el bazar Arasta Bazaar.



El Arasta Bazaar fue construido en el corazón de Sultanahmet allá por el siglo XVII. Aventúrate por la bulliciosa calle del bazar, rebosante de puestos que venden de todo; desde joyas, alfombras y regalos hasta cerámica y mucho más. A continuación, visita el Gran Palacio de Constantinopla, un enorme complejo palaciego que fue la divina morada de los emperadores bizantinos. Hoy en día es un laberinto de ruinas que se oculta parcialmente bajo los cimientos de la bellísima Mezquita Azul.



Pásate por el Museo de los Mosaicos y aprende acerca de la historia, la riqueza cultural y el lujo que rodeaba a los otomano. Déjate cautivar por los coloridos mosaicos antiguos, un testimonio de cómo se vestía, cazaba y vivía la gente en la época de los grandes imperios. Echa un vistazo al interior de la cisterna y adéntrate en el espeluznante inframundo de los depósitos subterráneos que abundan en Estambul.



Por último, contempla el Milion, la columna erigida a principios del siglo IV d. C. para marcar el origen desde donde se medían las distancias de todas las carreteras que llevaban al resto de las ciudades del Imperio bizantino. En su base estaban inscritas las distancias desde Constantinopla hasta todas las ciudades más importantes del imperio.